martes, 23 de marzo de 2021

24 de Marzo . Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Discurso de Nuestra Maestra Mirta Aguilera.

 Estimadas familias y alumnos de la Escuela Saturnino Segurola:


Hoy conmemoramos el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Miren si será importante tener memoria, que sin ella ni siquiera sabríamos quiénes somos, dónde vivimos. Memoria de cosas lindas como saber quiénes son nuestros amigos o qué comida nos gusta, pero también memoria de cosas tristes, para aprender de eso y no volver a cometer los mismos errores. Memoria por la verdad, porque a nadie le gusta vivir engañado, que le mientan y mucho menos que no haya justicia.

Hoy recordamos una fecha que no debería haber existido, una fecha en la que miles de madres, hijos, esposas y esposos perdieron a sus más preciados familiares….pero que debe servirnos para estar atentos, para saber que nunca más vamos a permitir que un gobierno que no sea elegido por el pueblo argentino decida sobre nuestra vida y sobre nuestra libertad….porque la LIBERTAD no se negocia jamás.

Por eso, hoy conmemoramos el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia… Porque el 24 de marzo de 1976 en nuestro país ocurrió un hecho que inició uno de los períodos más dolorosos de nuestra historia. Hace 45 años, cuando muchos de nosotros éramos niños o jóvenes y ustedes, chicos, ni habían nacido, hubo en nuestro país un golpe de estado. Un grupo de personas que tenían el poder de las armas, en sociedad con los grandes poderes económicos, ocuparon por la fuerza el gobierno del país, desconociendo al gobierno democrático en su totalidad. Se convirtieron en dictadores, siendo ellos, y solamente ellos, los que decidían cómo manejar el país, como debíamos pensar cada uno de nosotros, que música debíamos escuchar, que libros leer y que actividades debíamos tener.

Cuál fue el objetivo que tenía ese golpe a las Instituciones: que la gente no se formule preguntas, que no reflexione, que no opine…que acepte las reglas del juego de manera sumisa, que tome como naturales las desigualdades y la falta de derechos humanos. Por eso censuraron a la prensa y a los libros, porque a partir de la lectura se pueden imaginar nuevos mundos posibles. Así fue que la educación pública fue herida de muerte, y todavía estamos recuperándonos de tan graves heridas. Se persiguieron todas las manifestaciones culturales consideradas “perturbadoras”. La consigna era: PROHIBIDO PENSAR.

En esta dictadura de la que hablamos, muchísimas personas pagaron muy caro, incluso con su vida, el no coincidir con los dictadores. Desaparecieron 30.000 personas y 500 niños fueron robados a sus mamás e incorporados a otras familias sin contarles la verdad. Las señales en la piel de la sociedad son visibles, por la ausencia de los que no están y el dolor que nos dejó el no saber de sus destinos. Hacer memoria es también, pedir justicia.

Los invito a reflexionar  sobre nuestra responsabilidad como ciudadanos y cuanto menos, sobre cómo y por qué permanecimos sin reaccionar cuando se nos robaba el futuro del país. Ningún crimen tiene justificación, pero mucho menos los crímenes de Estado. Los delitos de la "lesa humanidad" no prescriben. La memoria debe ser aprendizaje, y recordar define la identidad y la conducta de un pueblo.

Algunas personas piensan que de las cosas malas y tristes, es mejor olvidarse; otras creemos que recordar es bueno, que tenerlas en nuestra memoria sirve para que no nos vuelvan a pasar. Recordar el golpe militar de 1976 es necesario para que aquella oscura noche de la historia no se repita nunca más. 




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